La Viajera Andaluza: Desde Melilla a Cordoba.

11 de marzo 2024.

Un viaje algo accidentado.

Llevábamos un tiempo queriendo ir a Melilla, pero no encontrábamos fechas disponibles hasta que por fin en marzo nos decidimos, los días 11, 12 y 13 y justo cuando íbamos embarcar nos suspenden el vuelo así que, pusimos rumbo a Cordoba. Hicimos una parada en Écija porque yo no la conocía y de ahí a la ciudad califal.

Hemos pasado tres días estupendos de risas, buena comida y cultura.

Cordoba a pesar de ser una ciudad conocida por todos los que íbamos, siempre te envuelve con su belleza así que, no importa la veces que la visites ella es acogedora, apacible y hermosa.

Ecija: para mi una ciudad desconocida. Han sido muchas las veces que he intentado ir, pero siempre surge algo y declinas la visita y ahora sin pensarlo allí estábamos.

Dimos un paseo por sus calles, admirando sus magnificas torres.

Casa del gremio de la seda.

Palacio de Peñaflor: se reconstruyó en 1700 de estilo Barroco andaluz. Llama la atención su forma curva para salvar el trazado de la calle. Ya en el interior, una impresionante escalera en la que destacan sus columnas toscanas y su bóveda decorada con yesería nos conduce al nivel superior desde el que asomarse a los diferentes patios.

Portadas, galerías y artesonados son los protagonistas en estos espacios abiertos, que sin duda se han visto remozados tras las rehabilitaciones llevadas a cabo tras años de clausura.

Cristo de los Faroles

Nuestro primer día en Cordoba lo dedicamos a pasear por sus hermosas calles llenas de luz y color. La primera parada la Plaza de Capuchinos, ella alberga el convento que lleva su mismo nombre, la iglesia de los Dolores y en el centro el famoso Cristo de los Faroles.

Palacio de Viana:

Como siempre que visitas una ciudad te quedan cosas por ver, nos dirigimos al palacio de Viana que yo no conocía y me encantó la visita sobre todo, los jardines, los patios y el interior. Se veía un palacio con vida. Se construyó en el siglo XV y ha sufrido diferentes reformas hasta llegar a nuestros días.

El paseo por sus doce patios fue de lo mas agradable, caminamos entre bugambilia, naranjos, limoneros y pomelos cultivados en espaldera para cubrir los muros y dar frescor a la vivienda.

El patio cordobés es heredado de la tradición romana y árabe, y en el palacio nos encontramos con diferentes diseños como los jardines de origen medieval, musulman, renacentista, barrocos, pasando por el refinamiento del románticismo. El último patio que visitamos es de reciente creación, lo usan para actos y celebraciones, pero está perfectamente integrado con el resto del palacio.

El palacio de Viana fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento en 1981

Museo de Julio Romero de Torres.

Otra de las cosas que no conocía era el museo del pintor cordobés, solo puedo decir que me encantó. Aunque no se pueden hacer fotos el recuerdo queda en la retina.

Situado en la Plaza del Potro en el antiguo Hospital de la Caridad, el edificio ha sido restaurado recientemente. Se inauguro en 1931 un año después de la muerte del pintor. El museo recorre las principales facetas del artista. El flamenco fue una de sus grandes aficiones y que supo exponer con sus pinceles. Sin dejar de lado el tratamiento que hace de los temas religiosos y sobretodo, del retrato con bellas imágenes de mujeres como la Chiquita Piconera otras.

La posada del Potro, situado en la plaza de su mismo nombre, hoy es El Centro de Flamenco Fosforito. El edificio fue una antigua vivienda popular llamada corrales.

Las viviendas se disponían en torno a un patio central común presidido por un pozo. Hoy es un espacio dedicado a la investigación y difusión del flamenco.

Un recorrido que se hace entre las antiguas viviendas y que nos permite descubrir el nacimiento y la evolución del flamenco hasta la actualidad.

Mezquita de noche.

Patrimonio de la Humanidad desde 1984

Si vas a Cordoba no puedes dejar de visitar la Mezquita aunque la hayas visto 100 veces. Ni Mati, ni Carlos la habían visto de noche así que, nos fuimos todos para hacer de nuevo el recorrido entre sus pasillos columnados. Reconozco que de los monumentos que he visitado de noche este es el mejor, la visita es espectacular, la tienen perfectamente organizada para impresionar, y lo consigen. Esta es mi segunda vez y reconozco que me ha impresionado igual que la primera. La visita dura una hora, pero se hace corta. Te van narrando la historia a la vez que encienden y apagan luces para que fijes la mirada en un solo lugar, el momento culmen para mí, es cuando iluminan el Mihrab provocando un gran resplandor sobre las doradas teselas que lo componen. Es una pequeña estancia de forma octogonal cubierta por una cúpula de venera. Se accede a ella por un arco de herradura peraltado con una decoración bizantina ya que los maestros que la decoraron fueron enviados desde Bizancio para este fin. La decoración es geométrica y vegetal con versos del Corán.

La historia de la Mezquita resume la evolución completa del estilo omeya en España, además, de los estilos góticos, renacentistas y barroco de la construcción cristiana.

Se construyó como Mezquita Aljama en 784 por Abd ar-Rahman I y ampliada por posteriores mandatarios.

En 1236, tras la toma de Cordoba por Fernando III se convierte en iglesia cristiana y aunque la conservaron construyeron una iglesia dentro. El rey Carlos V manda una ampliación de la parte cristiana construyendo la Capilla Mayor, no tarda mucho en arrepentirse de su decisión, pues dijo. Habéis tomado algo único y lo habéis convertido en algo mundano.

Medina Azahara: declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1918Mandada a construir por Abd-al Rahman III.

Cuenta la leyenda que una vez que se autoproclamó califa en 929 decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara. Realmente lo que le impulsó a construirla fue dar una nueva imagen del califato recién creado, un Califato Independiente de Occidente.

Una muestra de poder ante occidente. La ciudad tubo poco recorrido unos 80 años, ya que tras la muerte de al- Hakan II, el nuevo gobernante, Almanzor, trasladó el centro administrativo a su nueva ciudad siendo Medina Azahara expoliada y saqueada, trasladando el material de su construcción a otros lugares para ser reutilizados.