Portugal: agosto 2001
A pesar se ser un país vecino y tenerlo tan cerca para mi era un país desconocido, y le pusimos remedio en el año 2001. El viaje lo hicimos con nuestros queridos amigos Ines y Piri. Han pasado 22 años y las fotos son un testigo fiel del paso del tiempo.
Comenzamos por Évora capital del Alentejo. En el Centro de la ciudad se alza el templo romano dedicado a la diosa Diana protectora de la naturaleza y de la luna por consiguiente, diosa de la caza.
Lisboa.
Me pareció una ciudad preciosa en la que disfrutamos tanto de la estancia como de la gastronomía.
Subimos en tranvía hasta el barrio de Alfama el más antiguo de la ciudad. En el tranvía presencie el robo de la cartera a un turista que no se dio ni cuneta. Aunque le avisamos no nos hizo ningún caso.
El barrio desde el mirador de Santa Lucia tiene unas vistas impresionantes. Visitamos también el castillo de San Jorge y la catedral.
El Barrio de Belen junto a desembocadura del río Tajo, es otro de los barrios históricos de la ciudad. Hasta alli llegamos buscando, sobretodo, sus famosos pasteles que nos lo recomendó nuestro amigo Carlos de la Rosa. Visitamos por supuesto la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos de Belém.
El Palacio de Dapena. Fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa
Boca del Infierno: es un paraje natural muy cerca de Cascais. A través de un sendero llegas hasta un mirador situado en lo alto del acantilado desde donde tienes unas vistas maravillosas
También pasamos por Estoril donde vimos el casino y sus playas.
Coimbra.
Piri llevaba un objetivo claro que era visitar la biblioteca de la universidad. Fundada en el siglo XVII y llamada Joanina, porque fue creada por el rey Joäo V. Es una joya arquitectónica y cultural. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De estilo Rococo. Las maderas que utilizaron para su construcción llegaron desde las colonias orientales y de la selva de Brasil. La mirada se pierde entre tanto libro y tanta decoración a la vez recuerdo que me impresionó las escaleras para alcanzar los libros.
Si estamos en Portugal las compras no podían faltar, era la época de las toallas y sabanas portuguesas,
De ahí nos marchamos Aveiro. Una ciudad junto al mar muy cerca de Coimbra. Es muy famosa por sus barcos que pasean por sus canales. Estas embarcaciones servían para recoger algas al acercarnos para hacernos fotos tuve un percance, me resbalé y me caí, perdí las gafas y estuve dolorida todo el viaje. No se me olvida.Durante nuestro recorrido pudimos apreciar los edificios de estilo modernista también, apreciamos los típicos azulejos portugueses en la estación del tren.
Braga: ya estamos en el norte de Portugal. Cuenta con la catedral mas antigua del país y con innumerables iglesias de diferentes estilos y épocas. Destacando entre ellas Bom Jesús do Monte construido en el siglo XIII como lugar de peregrinación. Lo que se queda en retina es la escalera zigzagueante barroca decorada con fuentes y escenas de la pasión de Cristo. Impresionante.
Ya en a frontera con España paramos en Zamora, más concretamente n Toro, donde quedamos con unos amigos e hicimos rutas para catar sus ricos vinos, no solo catar sino llenar el coche de botellas.
Comimos en una de las cuevas que son tan típicas de la zona ya adaptadas como restaurante, pero que anteriormente servían para la elaboración de sus vinos. Eran bodegas pequeñas y familiares
Recuerdo este viaje con mucho cariño.
Hola Maria del Carmen.
ResponderEliminarSoy el nieto de José Teira, el gallego, me urge que te pusieras en contacto conmigo.
Te dejo correo de mi madre: mariamteiraperez@gmail.com
Un abrazo fuerte.