Mis viajes por el mundo. Praga.

 Praga: 12/12/2016.

Este viaje lo hicimos para visitar los mercadillos navideños, por eso elegimos diciembre. En esa fecha el día es prácticamente oscuro porque a las 15,30 horas ya era noche cerrada. Acostumbrados como estamos aquí, en el sur de España, a que los días sean claros y largos nos costó adoptarnos aunque solo fueron unos días.

En cuanto al mercadillo navideño me decepciono un poco, pues yo esperaba algo más vistoso. De todas formas lo mejor es que la gente está en la calle con el frío y la lluvia, haga el tiempo que haga. Los mercadillos se instalan en varias plazas, pero el más importante es el de la plaza de la Ciudad Vieja. 

Estos mercadillos se componen no solo de objetos, sino, de una variada gastronomía del país. 

Durante todo el día se vive un ambiente muy agradable, probamos el vino caliente para combatir el frío. 

En esta plaza se ubica el famoso reloj astronómico, recuerdo que lo vimos dar la hora en varias ocasiones, pero la primera es la que más te llama la atención, fue a las 6 de la tarde, por supuesto era noche cerrada. 

El puente Carlos: tomado nombre en honor al rey Carlos IV. 

No se puede visitar Praga sin pasear por el puente Carlos, tanto de día como de noche. Desde él tienes unas buenas vistas del castillo que con la iluminación navideña tiene un encanto especial.

Fue construido en 1402, y une la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana la zona palaciega de la ciudad y donde se sitúa el Castillo de Praga. Atraviesa el río Moldava.

Lo que más me llamó la atención fueron sus 30 estatuas situadas a ambos lados del puente. Aunque las que se ven son replicas de las originales colocadas a finales del siglo XVII y principios del XVIII.

Bajo el puente de Carlos hay un mercadillo de comida muy interesante, con carnes de todo tipo a la brasa.

Ahora bien, Praga me enamoró sus calles, momentos, sus edificios barrocos, la belleza del puente Carlos etc.

Praga tiene una situación geográfica privilegiada en el centro de Europa. 

La historia de Praga se inicia con los Boios un pueblo celta. De ahí se deriva el nombre de Bohemia.

Karlovy Vary.

Tuvimos tiempo de ir al pueblo termal más famoso de Chequia Karlovy Vary. Cuenta con 79 fuentes termales minerales y están especializados en tratamientos de afecciones estomacales, diabetes, obesidad, aparato locomotor y rehabilitación después de enfermedades oncológicas.

La fuente de agua más conocida es el géiser Vridlo con una temperatura de 72 º C.

En cuanto a su arquitectura es un verdadero tesoro en estilo clásico y art nouveau. Sus edificios son majestuosos y evocan la elegancia y el esplendor de épocas pasadas, pero sin perder el encanto.