miércoles, 25 de octubre de 2023

Mis viajes por el mundo. Jordania.

 

Jordania y su magia.

Del 14 al 21 de octubre de 2023



El hotel

El vaje a Jordania a tenido algunas incertidumbres ajenas los que viajavamos, como ha sido la guerra entre Hamas e Israel. Esta empezó un semana antes del inicio de nuestro viaje y Pepa y Lidia han decidido no hacerlo así que solo nos pusimos en marcha Mati, Carlos y yo. Aún así íbamos con un poco de reticencia ya que Jordania limita con Israel. 

 


Pero una vez realizado el viaje tengo que decir que no hemos tenido ningún percance o incidencia,  sino todo lo contrario una normalidad absoluta. 

El aeropuerto

También el grupo con el nos hemos encontrado una vez en Jordania ha sido magnifico, no conocíamos a nadie y tengo que decir que como dijo Juan ya somos una familia.

Además nos acompañaban desde Barcelona mi prima y mi amiga Carmen.

Salimos hacia Madrid el día 14 para coger el avión hacia Aman.

Jordania es una monarquía constitucional, regida por el rey Abdalá II, el cual ostenta poderes ejecutivos y legislativos. Es un país de reciente creación. En 1946 Jordania se convirtió en un estado soberano e independiente con el nombre inicial de Reino Hachemita de Transjordania.  Después de algunas incidencias de guerras y conflictos el nombre oficial es Reino Hachemita de Jordania. Hace frontera con Irak, Arabia Saudita, Israel, Siria y los Territorios Palestinos. También posee costas en el mar Muerto y en el mar Rojo.

 Jordania es tierra de historias bíblicas, de ciudades perdidas. 

El legado histórico de la región que actualmente ocupa Jordania es de los más importantes en la historia de la humanidad. En el entorno político, podemos resumir que Jordania ha estado siempre en el corazón de las luchas de poder de Medio Oriente, principalmente por su situación estratégica en la encrucijada de Tierra Santa, entre cristianos, judíos y musulmanes.

Nuestro primer día fuimos a visitar Aman. Una ciudad caótica con cuatro millones de habitantes, más millón y medio que entran a diario a trabajar.

Historia de Amman.


Tiene fama de no ser una ciudad bonita. Puedo confirmar que es cierto, lo único que tiene importante es la historia que posee su tierra. Una historia que se remonta desde los relatos bíblicos hasta nuestros días. 

Los primeros asentamientos estaban en la colina de la ciudadela y se abastecían de agua de reservas excavadas en la roca. 

Se convirtió primero en una provincia del imperio babilónico, luego del persa y así sucesivamente hasta el Imperio Romano que fue cuando creció y prosperó dejando una huella imborrable como el teatro romano, el foro o el odeón.

Siguió siendo rica durante todo el período bizantino, cuando fue sede de un obispado, y también después de la conquista árabe de 636.


El Odeón

El declive se produjo después de que los abasíes trasladaron el centro del mundo islámico de Damasco a Bagdad a mediados del siglo VIII, y en el siglo XV Amán era una ruina abandonada. 


Será el rey Abdullah el que hizo de Amán la capital de Jordania en 1921, y es cuando comenzó a crecer nuevamente, expandiéndose de una colina empinada a otra en un desarrollo progresivo de piedra de color miel pálido o cemento. 

En 1946, como he dicho antes, el Emirato de Transjordania se convirtió en un reino con ‘Amán como su capital, la sede del gobierno y el centro comercial, legal y administrativo del Reino Hachemita de Jordania.


Comenzamos nuestra visita por la mezquita  Mezquita Rey Abdullah I


                                


La mezquita fue construida entre 1982 y 1989 convirtiéndose en uno de los símbolos de la ciudad.


La mezquita está coronada por una cúpula cubierta con magníficos mosaicos azules y posee una capacidad de hasta 3.000 personas. Además posee dos cúpulas más pequeñas y dos minaretes de arquitectura futurista


El día se presentaba lluvioso pero con buena temperatura.


El Mihrab

Una vez quitados los zapatos y puestas las túnicas, que son obligatorias para entrar, accedemos a la mezquita para encontrarnos con un espacio austero en el que destaca una impresionante alfombra roja y azul, tan mullida que parece arropar a los visitantes a cada paso.


Mirando hacia arriba, la cúpula se despliega en tonos azules y dorados adquiriendo un brillo especial gracias al imponente candelabro formado por 168 lámparas que ilumina la estancia.

El complejo de la mezquita cuenta con un museo de historia y religión islámica. El mihrab es muy sencillo pero muy bonito. Imperando el color blanco y dorado.

De la mezquita cogimos un taxi para que nos llevara a la calle Rainbow street, la calle más colorida que ver en Aman. La calle está adornada con distintos elementos de colores como paraguas, farolillos, lamparas etc.



 . 



El taxista nos timó y bien. Quería que le pagáramos 100 dinares por una carrera que cobran solo tres. Discutimos un rato y aunque no le pagamos lo que quería al final nos estafó. No fue el único, pues los dos taxis siguientes que cogimos iden de lo mismo, estafa, aunque de otra manera. Así que si vais a Aman cuidado con los taxistas.

De ahí marchamos a comer falafel y humus la comida tipica jordana, Hashem se llama,  es un lugar donde la gente de la ciudad va a comer. Aquí la comida de cinco personas nos costó 7,50 dinares, baratísimo.


Teatro romano



Tomamos un café muy bueno y un té en una cafetería de la misma calle, preciosa y muy europea, que nos costó más caro que comer. Y nos marchamos hacia el zoco. Por sus calles anduvimos un buen rato hasta que decidimos marcharnos caminando y de casualidad dimos con el teatro romano que teníamos previsto visitar el martes, pero la luz del atardecer nos invitó a recorrerlo.Y no nos equivocamos, fue un atardecer precioso donde la luz dorada del sol se reflejaba en las piedras del teatro dando un tonalidad muy especial a la tarde.
Su acústica es sorprendente, hicimos la prueba situándonos  dos personas en extremos opuestos del teatro  y mientras uno habla algo, el otro podrá escuchar el sonido que parece que salga de las piedras.

Odeón





















Ya no podíamos dejar de ver el Odeón, pues está justo al lado del teatro romano. Un teatro pequeño que tenía capacidad para 500 personas y se utilizaba para representaciones menos importantes o reuniones. Está muy bien conservado y es precioso. Al igual que el teatro tiene una acústica maravillosa, también hicimos la prueba.


 Odeón

Segundo día.

Jerash


La ciudad de Jerash, una de las más famosas y mejor conservadas de las ciudades de Oriente durante el Imperio Romano.


Arco de Adriano


Se accede a través del Arco de Adriano, una impresionante puerta de tres arcos construida para conmemorar la entrada del emperador Adriano en la ciudad el año 129.  

Tras ella queda el Hipódromo con capacidad para 15.000 espectadores donde se desarrollaban competiciones atléticas, carreras de caballos y carruajes, y otros espectáculos. 

Cruzando la Puerta Sur, tras un pequeño espacio donde se ubicaba un mercado, se llega a la estructura mas impresionante de Jerash, la Plaza Oval, una amplia explanada circular de 100m de diámetro completamente rodeada por 56 columnas del siglo I, y a partir de ahí tendremos una ciudad completa a recorrer, con sus teatros, calles, templos, iglesia.



 




Pero de todo lo que más impresiona es sus calles columnadas, el cardo y el decumano en perfecto estado de conservación.


El templo de Artemisa, también está en bastante buen estado. 

Según nos contó el guía la ciudad ha sido  reconstruida ya que estuvo ocupada por el ejercito durante mucho tiempo y eso hizo que los lugareños no se llevaran las piedras para otras construcciones. Pero no se ha podido declarar Patrimonio de la Humanidad precisamente por eso, por estar muy reconstruida. Aún así es una gran ciudad romana que hay que visitar.


























Castillo de Ajlun 

El castillo de Ajlun construido en 1184 por las tropas de Saladino para controlar las minas de hierro de la zona. Levantado sobre una verde colina con fantásticas vistas panorámicas sobre el Valle del Jordán, tenía siete torres y estaba rodeado por un pozo seco de 10 mts de profundidad.

Defendía al país contra los ataques  de los cruzados además de proteger las rutas comerciales entre Jordania y Siria. En la entrada un puente levadizo cruza el foso dando acceso a un laberinto de pasillos abovedados, escaleras de caracol, y enormes salas que se utilizaban como comedores, dormitorios, o establos. Es un claro ejemplo de arquitectura militar árabe. 

Bajo mi punto de vista lo mejor son las vistas.


Castillos del desierto y el Mar Muerto.


Oasr Kharana

La primera parada de la mañana la hicimos en los llamados castillos del desierto. 


Según el guía no eran propiamente castillos defensivos, sino una zona de alojamiento donde las caravanas  hacían un descanso en su largo camino comercial, o bien era un lugar para descansar en el camino hacia la Meca. Vaya, lo que hoy es un hotel. Aunque hay una veintena repartido por el territorio solo visitamos dos, el primero Kharana cuya estructura está casi completa y el segundo el de  Amra. Fueron construidos entre los siglos VII y VIII bajo el mandato de la dinastía de los califas omeya.





 

Kharana tiene forma de cubo y el interior se pueden apreciar el gran número de habitaciones de que disponía. Se cree que se construyeron cada 25 Kms que es  aproximadamente el trayecto que puede hacer un camello al día.





Castillo de Amra declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Construido en el siglo VIII era la residencia del califa.


 Aunque solo queda levantado una parte porque el resto fue destruido debido a los continuos terremotos que se producen en la zona.

Las paredes están cubiertas por unos frescos con dibujos de  luchadores, músicos, hasta mujeres desnudas lo que sorprende a los visitantes acostumbrados a que el arte musulman es de figuras geométricas y no representan figuras humanas, pero tenemos que tener encuentra que era el inicio del Islam. 


Aunque el complejo era muchísimo más de lo que vemos  solo se puede apreciar el haman, pues como ya he dicho anteriormente era la residencia de los califas y esta dependencia era primordial para ellos aunque también se acogía a los comerciantes que pasaban con sus caravanas.

Hoy está en medio de la nada.


Durante su restauración se contó con personal español.



El Mar Muerto.



Continuamos el viaje hacia el Mar Muerto, a unos 400 metros por debajo del nivel del mar, es conocido por la salinidad de sus aguas y sus propiedades terapéuticas.

 

Hicimos lo que hacen todos los turistas embadurnarnos en barro y luego tomar un baño caliente porque la temperatura del agua es altísima, está caliente, caliente y por supuesto flotar en el agua. Como hacia un calor extremo nos fuimos enseguida a las piscinas del hotel que eran más cómodas y se estaba mejor. Hay que llevar escarpines porque fondo es de piedra y resbala



Amman - Madaba - Petra 


La visita a la ciudad de Amman estaba prevista para hoy, pero nosotros la hicimos el domingo porque teníamos el día libre, hoy lo que hacemos es visitar su Ciudadela  que no la conocíamos, por allí han pasado varias civilizaciones: nabateos, griegos y romanos.


 Las antigua ruinas de Ciudadela


La ciudadela de Ammán está construida sobre la colina más alta de la ciudad, por lo que ofrece unas bonitas vistas panorámicas de la urbe. 





Este yacimiento arqueológico tiene sobre 7000 años de antigüedad y ha sido ocupado por varias civilizaciones como la romana, la bizantina, la persa y la griega. Lo más significativo de lo que queda es el Templo de Hércules la iglesia bizantina, el Palacio Omeya y la cisterna






 El palacio omeya


Desde el año 1974, una Misión Arqueológica Española viene trabajando en la Ciudadela de Amman, sobre un gran conjunto arquitectónico y urbanístico de época omeya construido a comienzos del sigo VIII que es un claro ejemplo  de las ciudades de al-Andalus como Madinat al-Zahra y la Alhambra. 



Han trabajado directamente en la cúpula del palacio con maderas laminadas construida con técnicas modernas respetuosas con el edificio, permitiendo la recuperación del espacio original y la utilización del monumento para usos culturales.
La cúpula original era de piedra.




Recorrimos toda la ciudadela disfrutando de  vistas que ofrece el lugar sobre la ciudad.


Llegamos a Madaba, para visitar  la iglesia de San Jorge donde se encuentra en el suelo el mosaico bizantino del S. VI patrimonio de la UNESCO y donde aparecen las antiguas ciudades de Tierra Santa. Era GPS  para los peregrinos. 





Monte Nebo
Luego hacia el Monte Nebo, desde donde con un día claro se puede contemplar todo el Valle del Jordán y el Mar Muerto. También dicen que si el sol se refleja se puede ver la cúpula de la Roca en Jerusalén.
 

                                                                                                        En este punto se encuentra el monumento en memoria de Moisés. Es el lugar donde Moises pudo ver la Tierra Prometida antes de morir.





Hoy está considerado como lugar de peregrinación, existe un monasterio franciscano donde se conservan unos mosaicos bizantinos.


Monumento a la vara de Moises.



Detrás el Mar Muerto

 


Petra.


Petra es la joya de La Corona de Jordania, tuvimos la oportunidad de verla de dos maneras diferentes, una de noche y la otra de día.

Parece que solo algunos días hacen visitas nocturnas y coincidió con nuestra llegada y sin dudarlo nos fuimos a verla.


Fue muy emocionante, pues los 2 kms que hay que recorrer  por el desfiladero del Siq antes llegar al Tesoro estaba alumbrado con velas lo que le da un aire de penumbra y magia que te envuelve. Una vez llegamos al Tesoro había música típica y toda la explanada de acceso llena de velas mientras, va cambiando de color la luz que alumbra a la fachada. Una noche mágica.

   









Petra de día

Por la mañana, de nuevo, nos pusimos manos a la obra, para volver por el impresionante desfiladero hacia la ciudad de los nabateos. Es otra manera de ver Petra, pues la majestuosidad, el colorido, las formas de las rocas te va impresionando a cada paso. No puedes dejar de mirar a todos lados


Pero nada es comparable con la sensación que te produce cuando llegas al final del desfiladero y empiezas a ver la esquina derecha de la fechada del Tesoro. 

 


Tuve lo que llaman el síndrome de Stendhal, me embargó la emoción de tal manera que tuve que pararme y dejar de contemplarla, lo mismo le ocurrió a un compañero de viaje Alberto. Estábamos los dos como tontos embobados.


Alberto y Arturo


Tuvimos la suerte de llegar temprano, a las 8 de la mañana ya estábamos allí, a esa hora  había pocos turistas, así que pudimos disfrutar infinitamente esta obra de arte tan maravillosa construida por los nabateos 300 año a.C. excavada en la roca con una altura de 45 metros quedando aún 3 metros bajo tierra por excavar. Conocida como la ciudad rosada por el color de las rocas. Fue una floreciente ciudad hasta su conquista por los romanos a principios del siglo II. Continuamos nuestro camino hacia el monasterio que se encuentra en la parte final de la ciudad donde si quieres acceder tienes que sortear una escalera con 900 escalones. Merece la pena, es una fachada de la mismas características que la del Tesoro pero más sobria. 











Dejamos atrás, en nuestra ruta hacia el monasterio, infinidad de tumbas con suntuosas tallas, hornacinas, e infinidad de elementos que son necesarios contemplar para hacerse una idea de la majestuosidad de esta ciudad.

Al final del día habíamos andado 16 kms, así que tocaba descansar para estar en forma para el siguiente día






Monasterio





Escenificación del ejercito nabateo


La Pequeña Petra.


Aunque después de ver Petra, visitar la Pequeña Petra puede parecer insignificante, no lo es, ya que posee gran cantidad de restos arqueológicos, especialmente tumbas excavadas.  Situada a unos10 Kms de Petra fue un pequeño asentamiento o bien para resguardo y descanso de la caravanas o bien, para zona de recreo de las familias pudiente, como nos dijo el guía. Tanto su esplendor como su decadencia y olvido van unidas a la ciudad principal, Petra. 



Tras la conquista árabe, la ciudad queda en el olvido excepto por los beduinos que usaron los espacios excavados en la roca hasta finales el siglo XX cuando el gobierno los desaloja tanto de Petra como de la Pequeña Petra para convertir todo el lugar en destino turístico. 



Un cañón articula el espacio de la pequeña  ciudad, y será en el propio desfiladero donde a un lado y a otro se encuentran las estructuras excavadas en la piedra.



 

El desfiladero tiene una gran explanada en le entrada que se va estrechando conforme avanzamos hacia la subida, hasta tal punto que ha sido la mano del hombre la que ha abierto una parte para facilitar el paso.

Llegamos caminando hasta lo más alto por unas escaleras sinuosas y peligrosas para apreciar las maravillosas vistas.


Wadi Ran.


Wadi Ran o el Valle de la Luna como también se le conoce. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011. Su nombre significa alto y elevado por sus  monumentales montañas rocosas que forman parte de su paisaje habitual. Un desierto de arena y rocas rojizas. Es de una belleza excepcional. 






Hoy   es el hogar de los beduinos que se encargan de organizar excursiones para los turistas en coches 4x4 en el que nosotros estábamos incluidos.





Por su aspecto se han rodado varias películas entre ellas La guerra de las galaxias o Lawrence  de Arabia, que aparte de la película si se usó como centro de operaciones durante la Rebelión Árabe de 1917- 1918. Algo que nos llama poderosamente la atención es que lo atraviesa un tren, hoy es un centro de interpretación para los turistas y los restos de un proyecto faraónico como el de unir por ferrocarril la Meca desde Damasco que nunca se concluyó. 




Antes de terminar la ruta nos tomamos un té en una jaima de los beduinos donde venden souvenir y muy amablemente uno de ellos se ofreció para pintarnos los ojos con Kohl, lo hizo en un segundo y el resultado fue espectacular.


  Aquí el grupo se rompe porque algunos compañeros se quedaron a dormir en el desierto  y otros marchaban para Aquaba, los demás camino a Aman para regresar a España.


Un viaje perfecto 

El grupo























 




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