Sevilla

 Sevilla siempre Sevilla: 22 enero 2022

Sevilla

Viajar a Sevilla siempre es un placer. Para mi es una de las ciudades más bonitas del mundo, tiene encanto, belleza, armonía, te seduce. Tengo la suerte de vivir a 100km de distancia nada más, así que, de vez en cuando voy para visitarla. En los dos últimos meses he ido en cinco ocasiones. En noviembre pasé un fin de semana con mi amiga Teresa. En diciembre fui a ver las luces de navidad, también estuve con mi hija Saray viendo el musical del Médico en el Cartuja Center y ayer pasé todo el día con mis amigos Juanma, Sole, Ricu, Casto, Rosa Dani y Teresa. Visitar a ciudad con gente que la conoce y la domina es maravilloso.

                                                                                                                                                                      Hoy Ricu y Casto nos tenían preparado tres visitas, aunque al final han sido cuatro.

La primera ha sido el Monasterio de Santa Paula, de Monjas Jerónimas. Está situado en la calle que lleva su mismo nombre, en el mismo corazón del barrio de San Julian. Muy cerca de San Marcos y de la Macarena. 

El monasterio fue fundado por doña Ana de Santillán en 1473. Lo hizo en su propia casa y compró con la ayuda de su padre las aledañas. Más tarde, se bendijo la iglesia y en 1483 Isabel Enríquez, viuda del condestable de Portugal, promovió la edificación de la actual iglesia del convento. Por supuesto allí está el panteón de su esposo y el suyo propio.

El monasterio posee un museo con una colección   artística permanente que se puede visitar y desde allí mismo se puede ver el claustro. 

Son piezas singulares del barroco sevillano y de otras partes del mundo.  Hoy faltaban algunas e esas piezas, pues las habían trasladado para una exposición. Aún así es una colección que merece la pena visitar.

Otra de las cosas curiosas que encontramos es parte de los ajuares de las mujeres que ingresaban.

Dejamos atrás el museo para visitar la iglesia de estilo gótico-mudéjar.                                             

Hacemos una parada en la portada del siglo XVI que es espectacular. En ella se unen varios estilos arquitectónicos como el gótico, el mudéjar y el renacentista. Para los constructores de la época en este caso,  no representa ningún problema la mezcla de estilos. La decoración es también de varios autores así,  los ángeles y cartelas góticas las realiza Pedro Millan, las cerámicas son de Niculoso Pissano y Andrea della Robbia.

Una vez dentro de la iglesia vemos que es de una sola nave con un magnifico artesonado de madera con elementos mudéjares obra De Diego López de Arenas de 1623. La bóveda es de nervaduras, bellamente decoradas.   

El retablo mayor de estilo barroco realizado por José Fernando de Medinilla en 1730 y está presidido por Santa Paula.

La capilla mayor está revestida de azulejos junto con el escudo adorna el sepulcro de D. León Enriquez.

En sus laterales encontramos dos ángeles lampadarios, unas piezas magnificas

Junto a estos ángeles encontramos varios retablos de una gran calidad de estilo manierista, con piezas de Martinez Montañez, Mesa y Medinilla. El retablo de San Juan Bautista, el de Santo Cristo y el de la Virgen del Rosario son de Felipe de Rivas. También, podemos apreciar cuadros de José de Ribera y Morales. 

 

Al finalizar la visita pudimos comprar productos elaborados por las monjas como dulces y mermeladas.

San Leandro

De ahí nos trasladamos al convento de San Leandro. El convento de monjas agustinas (1369)  se encuentra situado en la Plaza de San Leandro. De este convento recibe el nombre dicha plaza también, conocida como la Pila del Pato y esta considerada de las más bonitas de Sevilla. Principalmente por el frondoso laurel de indias que en ella se encuentra. Esto hace que la plaza sea de las más sombrías de la ciudad. 

La plaza de San Leandro ha estado ligada, hasta finales del siglo XIX, a funciones relacionadas con el comercio de productos agrícolas que tenían entrada en la ciudad.

Mi amiga Teresa se unió al grupo, pues ella vive muy cerca de allí.

La iglesia solo está abierta al público los días 22 de cada mes.

 La fachada del convento es sencilla y a la iglesia se accede por la puerta situada en la plaza de San Leandro. Sobre la puerta podemos ver el Corazón ardiente símbolo de la ordena agustina y en el muro de azulejos a Santa Rita de Casia.   

El interior del templo es de forma rectangular, de una sola nave cubierta con bobada de cañón. El presbiterio está separado por un arco y una bóveda de media naranja. Todo está decorado con formas geométricas. En los laterales podemos ver dos ángeles lampadarios de gran tamaño.

El retablo mayor es de estilo barroco de mediados del siglo XVIII, obra de Duque Cornejo y Felipe Fernández del Castillo. Llama atención por el color verdoso claro sin dorar. Consta de tres calles y tres cuerpos.

En el primer cuerpo se encuentra El Sagrado Corazón de Jesús. En los laterales Santa Barbara y Santa Teresa de Jesús. 

En el segundo cuerpo vemos la imagen de San Leandro, arzobispo de Sevilla esta rodeado por las imágenes de San Agustin y la de Jesús , su flagelación, el bautismo, adoración a los reyes magos, la adoración del huerto.

En el tercer cuerpo se encuentra un conjunto escultórico de San Agustin, la Virgen y sobre ellos Dios Padre.

Los laterales de la iglesia encontramos varios retablos de estilo neoclásico. Destaca el dedicado a San Juan Evangelista por ser una obra de Martínez Montañés.

Una vez concluida la visita de la mañana tocaba una cerveza y un buen almuerzo que hicimos en el restaurante el Con Tenedor. ahí va una muestra.

 

Ya por la tarde fuimos a una exposición de Garcia Berlanga que exponía la Fundación Caja Sol. Dani que se unió al grupo en el almuerzo quería verla y fuimos con él.  exposición incluye material audiovisual, fotografías, carteles, guiones etc. 

Valdés Leal

De ahí pasamos a ver la exposición de Valdés Leal que se celebraba en el museo de Bellas Artes con motivo del cuarto centenario de su nacimiento 1622.

Ricu nos explica desde el principio las características del barroco sevillano para que podamos entender la exposición. 

Valdés Leal representa un estilo barroco marcadamente naturalista con tendencias al tenebrismo. Los lienzos que pinta para la iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla presentan a la muerte en toda su crudeza. Estas obras causaron tanta impresión que marcaron al autor como el " pintor de los muertos. Pero Valdés Leal es mucho más que eso y lo muestra la Exposición. De todas formas hay que reconocerle que es un artista que representa la realidad en todas sus dimensiones, marca el sentido de los movimientos, la energía,  la tensión, los gestos y la expresión. Tuvo que convivir con los grandes maestros del barroco como Zurbaran y Murillo por eso busca un camino distinto a ellos. Sin embargo a pesar de todo es capaz de representar la belleza como lo muestra su Inmaculada Concepción de 1680. 

Acabamos el día con mucho cansancio pero muy contentos. Hasta la siguiente. 

Saludos