domingo, 21 de noviembre de 2021

Mural de la Virgen de la Asunción

Iglesia de la Barca de la Florida
Mural de la Virgen de la Asunción
Autor: Manuel Mampaso
La Barca de la Florida.



La Asunción de la Virgen María al cielo
Pintura: mural religioso, pintada al fresco.





        La pintura al fresco es el procedimiento pictórico mural por excelencia utilizado desde tiempos muy remotos que ha permitido que llegasen hasta nuestros días muestras de pintura. Pintar al fresco significa aplicar los pigmentos minerales adecuados simplemente disueltos en agua, sobre el muro previamente preparado con mortero de cal cuando este está aún fresco, de ahí su nombre. Aunque la preparación de la pared es compleja pues necesita varias capas de repellado antes de estampar la pintura, pero es con diferencia la mejor técnica para pintar grandes murales tanto interiores como exteriores



    Esplendoroso y excepcional es el gran mural de la virgen de la Asunción que preside el presbiterio, pintado al fresco por Manuel Mampaso en 1953. El autor uno de los grandes artistas de la pintura abstracta española. Representa una virgen gigante, frente a los apóstoles y arcángeles que la rodean de bastante menor tamaño.                                                                          
La virgen se eleva al cielo reposando los pies sobre uno de los arcángeles, mientras con sus manos extendidas en señal de saludo y su mirada al cielo es ayudada por el resto de los arcángeles. Rodeada toda ella por los doce apóstoles, las dos primeras figuras de rodillas en actitud de oración y el resto de pie con la mirada elevada hacia la virgen. 




        La  virgen ocupa el espacio central del mural, dividiéndolo en dos mitades iguales donde se colocan los apóstoles agrupados formando tres cuerpos diferenciados, en el primero se encuentran a nuestra izquierda, dos apóstoles de rodillas en señal de oración, en el segundo un grupo de tres en aptitud de contemplación hacia la virgen, por último, dos de los arcángeles que la acompañan con instrumentos musicales en las manos. En la parte derecha y siguiendo el mismo orden se encuentran en primer lugar, un grupo de cuatro apóstoles y en la parte superior uno de tres, para rematar la pintura con un último arcángel con el brazo extendido ayudando a la virgen en su ascensión.  






La luz proyectada desde los óculos sobre el fresco que preside el altar consigue un halo de espiritualidad para el creyente que lo contempla.
En cuanto a los colores predomina el tono azul del manto de la virgen que le cubre la cabeza y el cuerpo, dejando que destaque sobre él, el vestido plisado de color blanco. El azul de su manto representa la protección maternal de la virgen a todos sus hijos, mientras que la túnica blanca simboliza el apostolado de los creyentes, así como la pureza y la limpieza que deben mantener en el alma para alcanzar el Reino de los Cielos   En el resto del mural destacan en menor medida los tonos marrones y grises de los apóstoles para ir degradando el color hacia amarillos verdosos y grises de los arcángeles.
El tema iconográfico de la virgen llega hasta nuestros días a través de la tradición oral y de algunos escritos apócrifos. Aunque esta tradición es de origen medieval no será hasta 1950 cuando el papa Pío XII definió el dogma de la Asunción de María.  Este dogma consiste en que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen, cumplido el curso de su vida en la tierra fue subida en cuerpo y alma a la gloria celestial, donde se uniría al Padre y al Hijo.
A la Virgen se la representa en actitud pasiva en la Asunción, no sube por sus propios medios, sino que es ascendida, es elevada por los ángeles al paraíso que en todo momento la rodean y la acompañan.
El mural a pesar de ser una pintura vanguardista, moderna, guarda en todo momento la composición iconográfica establecida por la iglesia. 




Manuel Mampaso

Manuel Mampaso, nace en la Coruña 1924, fue uno de los pioneros de las vanguardias de los años cincuenta y realizador de una gran labor como escenógrafo y figurinista. En sus comienzos fue un referente de la Abstracción, aunque en la etapa final de su vida rompe totalmente para presentar unos trabajos realistas con un importante sentido social. Recordemos que el expresionismo abstracto fue uno de los movimientos artístico de la posguerra que tuvo sus raíces en el surrealismo, que era el movimiento más importante del periodo inmediatamente anterior a la guerra.
Su participación en la Primera Bienal Hispanoamericana de 1951, celebrada en Madrid, con su obra Verdes y Redes se consagra como un pionero de la abstracción en España. Tras este éxito realiza exposiciones individuales, dentro y fuera del país, y colectivas como la Bienal de Sao Paulo del 53, la Exposición Internacional de Arte Abstracto de Santander o las Bienales de Venecia el 56 y 58.  A finales de los sesenta se produce un retorno temporal a la figuración para más tarde volver de nuevo a la abstracción, pero ya con un lenguaje mas sobrio. Ya en los años 80 retorna definitivamente a la figuración expresionista. Por su larga trayectoria no podemos olvidar de Mampaso es un referente fundamental en la pintura española del siglo XX.

    Manuel Mampaso fue uno de los pintores junto a otros que colaboraron con el arquitecto José Luis Fernández del Amo en la realización de la pintura mural de las iglesias de los poblados de colonización. Concretamente pinta el mural de la Iglesia parroquial de la Barca de la Florida, siendo en esos momentos pionero y rompedor con el estilo anterior, por lo que tuvo problemas con el párroco de la iglesia que intentó impedir su realización tras conocer los bocetos del artista, teniendo que intervenir el propio cardenal Segura.
Pero su estilo con la gran diferencia del canon de las figuras, la geometrización del espacio, o la esquematización, simplificación y la abstracción de las formas, tampoco gustó a la población campesina de la época.